Este movimiento nace de la raíz de la justa indignación de ver a nuestra madre tierra, Pachamama, devastada por políticas y negocios que no tienen en cuenta el futuro de nuestro planeta, que está vivo y alerta.

​

Surge como un canto pacífico pero claro de unidad entre pensadores, artistas y trabajadores, e inspirado en el mensaje luminoso de los abuelos y abuelas de los Andes.

​

Sentimos que el camino es unir en un solo puño la justa indignación, pero también la esperanza, que es como el sol del Pueblo, que alumbra nuestro camino, para dar a luz una nueva cosmovisión de unidad de los bien intencionados, de todos los colores y lenguas.

​

Este movimiento de concienciación lleva muchos años sirviendo y alertando a las conciencias sobre el peligro de la falta de cuidado y delicadeza con los seres vivos de la Pachamama. Pero el clamor urgente de la gente de los árboles, de los ríos, de los ecosistemas de todos los bosques, nos ha impuesto la tarea de crear una propuesta unitiva e inteligente, para que entre todos los sensibles a los peligros de la inconsciencia de los meganegocios, nos unamos en una sola eco-espiritualidad, y avancemos pacíficamente, en una revolución de las comunicaciones, de los caminos, y de los vínculos con la vida planetaria.

​

Este caminar juntos es un intento de hombres y mujeres preocupados por la vida, por los lazos rotos entre la naturaleza y la cultura, por lo que es necesario un entendimiento entre oriente y occidente, entre el intelecto y el arte, entre la filosofía académica y la poesía viva del movimiento, poniendo todo al servicio de forjar la conciencia del momento histórico que vivimos.

​

Somos conscientes de que no somos los originarios, sino los continuadores de la lucha por la vida, que viene de los pueblos originarios, y esta aspiración seguramente será seguida por las generaciones futuras, que confiamos que cambien la conciencia de los caminantes del planeta para que cuiden y comprendan, con inteligencia y creatividad, cómo podemos vivir en armonía y paz abundante con todas las especies vivas de la Pachamama.

​

Presentamos a la sociedad un pensamiento y una intención maduros ante los tremendos retos de nuestra vida planetaria, en su sentido ecológico pero también en su sentido existencial, conscientes de que no podemos revolucionar nuestra cultura de consumo sin cambiar antes la forma en que expresamos nuestros miedos y ansiedades. Esta comprensión de la vida desde una eco-espiritualidad es uno de los objetivos de nuestro movimiento. Entendimiento que tratamos de forjar a partir de un amplio diálogo entre los pueblos del mundo y el universo humano.

​

Mantenemos en nuestro sentir grupal una fe poética, como decía Coleridge, en el espíritu de la Vida, al que llamamos Pachamama, como inspirador de la razón y la acción. Así, sabiéndonos parte de un Todo, los hombres y mujeres del movimiento intentamos dar una respuesta coherente y sólida a este enigma: o cambiamos como especie, o el planeta nos sacará de circulación, como ya hizo antes con las especies que no eran ecológicamente sostenibles.

​

Este entendimiento no es una creencia, sino una realidad que los gobiernos y el mundo académico están aceptando lentamente, muy lentamente.

​

Aquí, en este y otros movimientos eco-espirituales, gritan Tupac, Bartolina Sisa y otros hermanos libertios que lucharon por la Madre Tierra. Hay tanta esperanza bailando en los corazones que no han envejecido en el cinismo y el consumismo. La gente está tratando de sanar tantas heridas sociales y planetarias, y nosotros, pequeños indios urbanos, tenemos que ayudar a esta respuesta-sanación de una sociedad confundida y alienada, y de una Pachamama desequilibrada e injustamente abusada por gobiernos y comerciantes que no entienden o no quieren entender que lo que le hacemos a la Madre Tierra, se lo hacemos a nuestras familias presentes y futuras.

​

Somos habitantes comunes de estas pampas, y estamos soñando y creando, con inteligencia y respeto, acciones de servicio a todos los seres vivos, para aprender lo que nuestro abuelos sabía: que todo está vivo, y que todo es de todos.

​

Sentimos esta responsabilidad fraternal. Sentimos, como grupo en movimiento, que este viaje no comienza con nosotros, ni terminará con nosotros, y somos conscientes de que sólo somos un síntoma del Alma colectiva que intenta salvar a la especie humana de su propia ignorancia y orgullo.

​

Si tendremos exito o no, el futuro lo dirá, pero desde luego estamos enamorados del intento grupal de dar a luz una nueva Nación, la Nación Pachamama.

​

www.nacionpachamama.com
www.ongpachamama.org

​

​

​

​